He encontrado un método de presencia invesible en la vida de mi hija. Pero, vale, se le ocurrió a mi mujer. Esto se complementa con una idea para la merienda escolar. Ahora cada tarde nuestra hija le cuenta detalladamente lo que sucede en la escuela. Pero todo empezó con pequeños mensajes en su bolsillo.
Una pequeña carta de amor que sirve para que la madre y la hija se hagan buenas amigas. ¿Queréis probar? Lo que necesitáis es guardar esta lista de frases y cada día poner un mensaje en su almuerzo. Con el tiempo se convierte en una costumbre y váis a escribir vuestros propios mensajes sin necesidad de consultar ninguna lista.